Hablar de Manfred, Barón Von Richthofen, no es hacer solamente la biografía de un hombre o contar simplemente las anécdotas de un soldado de Primera Guerra Mundial, de un piloto de guerra, el mas famoso de todos, quien gracias a su talento y habilidad, revoluciona la técnica del combate aéreo. Hablar de Richthofen es conocer toda una época, un estilo, una forma de hacer la guerra, de vivir y por que no, de morir.
Richthofen heredó y asimiló magníficamente este caudal de experiencias, desarrolló al máximo las tácticas de combate de su primer comandante el capitán Boelke y aunado a su innata capacidad de piloto y comandante, fue forjando día a día la imágen del superhombre, el caballero del aire y luego la leyenda, por todos los frentes, del Barón Rojo.
Leyendo los apuntes de su diario personal, nos imaginamos como podía ser su vida y la forma como vivía. Poseedor de una personalidad preponderantemente sensible y dominante, aehuberante pero equilibrada, nos parece natural que sus compañeros de vuelo, atraídos por esa carga de vitalidad, lograran ellos también resultados espectaculares. Ingresa en el ejercito en 1911 y viene asignado, según su deseo, al 1er Regimiento de Caballería Ulanos (Emperador Alejandro lll). Al estallar la Primera Guerra Mundial es enviado al frente ruso y posteriormente a Francia, Richthofen parece estar en su elemento, la guerra de movimiento lo emociona, pero las euforias de los primeros días y los rápidos desplazamientos de la caballería terminarían rápidamente y comenzaría la guerra de trincheras. Su espíritu libre no aguanta esta pasividad, se aburre y pide su traslado al Cuerpo Aéreo como observador.Desde el verano de 1915 hasta el de 1916, su tarea no es otra que disparar y tirar bombas sobre las lineas enemigas. En su diario nos relata (como se divertía ver estallar las bombas sobre las tropas despavoridas o como era abatida la caballería cosaca bajo el fuego de sus ametralladoras). No duraría mucho tiempo en esta actividad. El joven prusiano quiere pilotar los nuevos Fokker monoplanos, decide ser piloto de caza.Su encuentro con el gran Boelke en el verano de 1916 fue afortunado.Decide incorporarse con Boelke para volar en la escuadrilla de caza y de esta manera su sueño se materializa, seria piloto de caza. Desde el 17 de septiembre de 1916 hasta el 21 de abril de 1918 derribaría 84 aviones enemigos de todo tipo, por sus méritos, le otorgan la máxima condecoración, la Pour le Merite o Blue Max.
Con la muerte de Oswald Boelke y 16 aviones derribados, es promovido a comandante del Jasta n: 11 y es precisamente en esta escuadrilla, con todos sus aviones multicolores y con su rojo brillante al mando,en donde nace la leyenda del Barón Rojo.
La razón del endiablado color era doble: primero lograr que sus gregarios supieran siempre, durante y finalizado el combate,donde estaba su comandante; segundo, crear el efecto psicológico sobre el adversario.
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